Pecado capital

Belgrano se olvidó de defender en la última jugada del partido y Unión lo aprovechó para empatarle 2-2. Lo perdía por un error de Lollo, lo dio vuelta y estuvo ahí de ganarlo.

Santa Fe – Especial.- Belgrano regaló dos puntos. Tenía ganado el partido y estaba bien, por ser mejor, porque fue superior a Unión con un segundo tiempo estupendo. Consiguió los dos goles que lo pusieron en ventaja y después dispuso de otras ocasiones para golear. No lo supo hacer y ése fue su pecado.

El 2-2 deja la bronca queda contenida porque fue Belgrano el que “invitó” a Unión a ponerse en ventaja, después de una espantosa habilitación de Luciano Lollo para la aparición de Lucas Pratto que marcó en el inicio del partido; y más todavía cuando se piensa la jugada del final: un zaguero que va corriendo 40 metros, todo el estadio sabía que Nicolás Correa iba a cabecear, menos los defensores celestes. Cuando Juan Olave advierte que el defensor uruguayo va a ganar arriba, sale mal, a destiempo y lo pierde. Quizá, si se hubiese quedado parado abajo del arco, la pelota le llegaba a las manos.

Un error en el comienzo y otro en el final. Acá, con el 1-2, todo el mundo se preparaba para un escándalo de proporciones, sobre todo de la gente por los continuos reclamos, por los piedrazos, por el fracaso deportivo de este Unión que con la derrota pácticamente se quedaba afuera de todo. Y el público se hizo sentir cerca del final, la ligaron los suplentes de Belgrano y Guillermo Rietti no quiso suspender el juego porque quedaban 4’, quería terminarlo, pero el pecado no es del árbitro, es de Belgrano que debió terminar el partido, no lo supo hacer pero a los 94’ no se puede cometer el error de que aparezca un hombre solo para cabecear y empatar.

Antes y después hubo un lindo partido, donde Belgrano fue superior en el segundo segmento aunque en el primero se hizo prácticamente un gol en contra. Unión tuvo un rato la pelota pero estaba claro que cuando Belgrano le hiciera un gol, se lo iba a pasar a ganar en función del nerviosismo que imperaba en el “Tatengue”.

¿César Pereyra? Jugó un partido aparte con la tribuna de Unión, no debió estar presente aquí, pues estuvo al borde de la expulsión. Lo insultaron mientras tenía la pelota y lo ovacionaron cuando salió reemplazado.

No lo supo terminar, no lo supo concluir. Belgrano acaba de regalar dos puntos que serán extremadamente importantes. Pues las tres unidades le brindaban a Belgrano la chance de saber que está en la recta final jugado por el ascenso.

Pero la deberá remar porque ganaron los demás, aunque queda un hecho importante: no estuvo preciso con la pelota en el primer período, aunque sí en el complemento donde marcó una gran supeioridad futbolística que hace mucho no ocurría aquí.

Lo tenía en el bolso, y hasta el 2-1 era mentiroso porque era el mejor de los dos, pero los pecados se pagan, a Belgrano le costaron dos puntos y un dolor de cabeza.

Unión no puede ganarle a Belgrano desde el año 2007. Después, con el de anoche, jugaron cinco veces más con dos victorias celestes y tres empates.